En los bosques de Cartea, antigua ciudad griega de la isla de Ceos, habitaba un ciervo venerado por la ninfas del lugar, que lo consideraban sagrado. Era un animal libre y tan acostumbrado a no recibir ataques, que no huía ante la presencia de los humanos y dejaba que estos le acariciaran sin problema. Pero si por alguien tenía predilección el hermoso animal era por Cipariso, el más bello de los habitantes de Ceos. Se habían convertido en compañeros inseparables. Incluso Cipariso agasajaba al ciervo trenzando para él vistosas guirnaldas de flores que colgaba de sus astas relucientes como el oro. Pero un aciago día, cuando el joven estaba de cacería con su amigo Apolo, mató accidentalmente con su lanza al ciervo que descansaba camuflado por la maleza. El desconsuelo de Cipariso fue tal que rogó a Apolo que sus lágrimas cayeran para siempre en señal del dolor que lo embargaba. Apolo, compadecido, accedió a la petición y lo transformó en un árbol tan alto que permitía ver perfectamente las estrellas desde su copa; pero también era un árbol triste, ya que su savia formaba gotitas semejantes a las lágrimas que derrama el joven para toda la eternidad. Nosotros lo conocemos como ciprés.
“CYPARISSUS”. h 1670. JACOPO VIGNALI
El pintor florentino nos muestra, con el inconfundible estilo barroco de la época, al bello adolescente Cipariso abrazándose desconsolado al ciervo que yace muerto por una de sus flechas. Tanto las figuras como los gestos componen una escena suave. Vignali crea una ambiente de desolación contenida, sin excesivo dramatismo. Los protagonistas absolutos son el muchacho y su pena, por lo que la luz muy clara que incide sobre Ciparisso lleva los ojos del espectador hacia su figura. Los ropajes aparecen muy plegados, con colores vivos que logran hacer más evocador el suave cielo azul del fondo.
El pintor florentino nos muestra, con el inconfundible estilo barroco de la época, al bello adolescente Cipariso abrazándose desconsolado al ciervo que yace muerto por una de sus flechas. Tanto las figuras como los gestos componen una escena suave. Vignali crea una ambiente de desolación contenida, sin excesivo dramatismo. Los protagonistas absolutos son el muchacho y su pena, por lo que la luz muy clara que incide sobre Ciparisso lleva los ojos del espectador hacia su figura. Los ropajes aparecen muy plegados, con colores vivos que logran hacer más evocador el suave cielo azul del fondo.
“EL PIÚ BELLO DELLA GENTE DI CEO”. CIPARISSO”. 2012/13.AGOSTINO ARRIVABENE.
El pintor italiano retrata el momento en que el protagonista del mito se va convirtiendo en árbol. El tema de la transformación tanto exterior como interior es una constante en la obra de este artista que bebe del arte visionario de pintores como Fuseli, Blake, Moureau, etc.
El pintor italiano retrata el momento en que el protagonista del mito se va convirtiendo en árbol. El tema de la transformación tanto exterior como interior es una constante en la obra de este artista que bebe del arte visionario de pintores como Fuseli, Blake, Moureau, etc.
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