jueves, 30 de junio de 2016

JHON ATKINSON GRIMSHAW. 1836-1893, Leeds (Gran Bretaña)

 Artista victoriano especializado en sombrías vistas de muelles y escenas nocturnas de callejuelas urbanas, casi siempre bañadas por la luz de la luna. Gran admirador de los prerrafaelitas, no fue la única temática que pintó (en sus principios como artista, realizaba pinturas con colores más brillantes y ambientes claros), pero sí la que le dio más fama, hasta el punto de que con este tipo de cuadros tuvo tanto éxito que pudo permitirse el lujo de trabajar para clientes privados previo encargo.
   Por aquel entonces estaba muy en boga el uso de la fotografía para luego plasmar la imagen en los lienzos. Parece que Grimshaw utilizó esta moda, pero acabó prefiriendo reflejar una realidad no tan perfecta, pero sí mucho más mágica a través de los matices y la sombra que proyecta la luz de la luna. Consigue dar una calidez extraordinaria a ambientes sombríos, de árboles desnudos y calles húmedas, gracias  las amarillentas luces en las ventanas de las casas, la claridad de la luna surgiendo entre las brumas y el toque humano de alguna figura. Realmente meritorio, ya que los nocturnos no son fáciles de pintar.
   Como otros pintores del siglo XIX fue cayendo en el olvido, pero también como le sucedió a muchos de sus coetáneos, su figura y obra fueron reivindicadas ya bien entrado el siglo XX.
   Como anécdota, cuatro de los hijos que tuvo siguieron sus pasos en la pintura.






miércoles, 29 de junio de 2016

SANTA BRÍGIDA DE KILDARE

 El cristianismo, a medida que se iba expandiendo, fue cogiendo figuras y ritos paganos que iba enmascarando bajo formas cristianas. Es el caso de Santa Brígida de Kildare, que continúa hoy en día siendo una de las santas más veneradas en Irlanda. Originariamente fue Brigid, esposa de Bres, el lider de los formorianos (dioses de la muerte, el mal y la noche) que vivía enseñando las técnicas del campo a los irlandeses. Brigid era una diosa adorada por los druidas, ya que tenía una poderosa capacidad para la sanación, producto de su conocimiento de las hierbas curativas. Entre los celtas continentales era conocida como Brigantia, nombre que también ha dejado huella toponímica en el noroeste de España. Tal devoción entre los lugareños dio lugar a la decisión de la iglesia de cristianizar su figura. De esta manera Brigid es asimilada por Santa Brígida, pionera de la Iglesia de Irlanda. La historicidad del personaje aún sigue sin resolverse, pero lo que llega hasta nosotros es que Brígida era hija de paganos conversos. Cuando nació, la casa donde tuvo lugar el acontecimiento estalló en llamas y entre otros milagros, el día en que se ordenó monja, una columna de fuego brotó de su cabeza.
   La abadía de Kildare, de la que se piensa que fue fundadora en el siglo V, estaba ubicada en lo que antiguamente fuera el santuario druídico de Cill-Dara o ermita de los robles (se cuenta que se construyó una celda bajo uno de estos árboles). Curiosamente, aquel lugar era un equivalente celta de las vírgenes vestales que cuidaban un fuego perpetuo.
   La actual catedral de Santa Brígida, a 20 km de Dublín, fue construida entre 1223 y 1230. Tras quedar en ruinas hacia el 1500, no sería totalmente reconstruida hasta época victoriana, en el último cuarto del siglo XIX. Se siguieron los planos del siglo XII. Conserva un pórtico románico.
   En las representaciones de la Santa se la presenta con un tipo de cruz muy peculiar y que supuestamente usó para predicar. En su historia se narra un episodio donde curó a un moribundo con una cruz tejida de juncos y que aún en la actualidad se considera un amuleto eficaz contra los incendios. Lo más probable es que este elemento pudiese tener un origen anterior a la santa cristiana.


       Catedral de Santa Brígida de Kildare


                      Diosa Brigid


                     Santa Brígida de Kildare


                      Vidriera de la Iglesia Católica de Dublín

martes, 28 de junio de 2016

LLORANDO POR SEFARAD

  Hoy en día se quiere reivindicar en España la presencia, antes de 1492, del colectivo judío. Muchos de nuestro pueblos y ciudades remarcan en sus folletos turísticos los barrios en los que aquellos habitaban y de los que, en la mayoría de los casos, no queda más que la esencia que cada uno pueda percibir en esas casas arracimadas a ambos lados de una calle estrecha. Pero al contrario que los también expulsados moriscos, los judíos españoles expatriados se fueron del país, al que ellos denominaban Sefarad, pensando que iban a volver. En la lejanía conservaron su lengua, sus costumbres y dicen que algunos, la llave de las casas que hubieron de abandonar.

EXPULSIÓN DE LOS JUDÍOS (1889) – EMILIO SALA FRANCÉS. Museo del Prado
   Emilio Sala Francés no tiene en su haber una amplia producción de temática histórica, pero esta obra tiene un matiz especial: es una representación de los Reyes Católicos realizada en una fecha donde el espíritu crítico que trataba de hacerse un hueco en la intelectualidad española abandonó el triunfalismo con el que se había venido presentando en el Arte a Isabel y Fernando. Este cambio ideológico se nota tanto en el tema elegido por Sala, uno de los episodios vergonzosos de nuestra historia, como en su manera de enfocarlo. Unos reyes impertérritos toman la decisión de expulsar a los judíos, plasmada oficialmente en el Edicto de Expulsión del 31 de marzo de 1492. Parecen simples figurantes ante un inquisidor que les da la espalda (señal del poder de la Iglesia) y arroja, con un gesto teatral y violento, un crucifijo sobre la mesa que está delante del interlocutor judío. Este aparece de de espaldas al espectador, remarcando todavía más su indefensión. El resto de la corte permanece impasible.
Sala pinta una estancia donde domina la riqueza decorativa y el boato, resaltados ambos por los colores vivos de los ropajes, el brillo de las coronas de los monarcas y los doseles que parecen separar sus regias figuras del resto. La formación parisina del artista se nota, principalmente, en los afectados gestos de los personajes secundarios, expresiones muy del gusto francés de la época.



lunes, 27 de junio de 2016

IRINA VITALIEVNA KARKAVI.1960, Kharkov (Ucrania)

  Formada en la Academia de Bellas Artes de San Petersburgo, considerada la academia por excelencia de las artes en Rusia, ya que de ella han ido saliendo grandes artistas desde el siglo XIX.
   Irina viajó por Europa y Oriente. Este cruce de culturas inspiró poderosamente su obra, donde podemos encontrar una mezcla de influencias de los maestros de Grecia y Egipto combinada con detalles que recuerdan mucho al Art Nouveau. Con todos estos elementos consigue proyectar en sus trabajos una imagen de simbolismo contemporáneo.
   Durante un tiempo diseñó carteles para el teatro y realizó ilustraciones para libros infantiles, pero hoy en día su labor se centra principalmente en la figura femenina, rebosante de sensualidad. Los hombres que retrata en sus pinturas suelen estar fuertemente abrazados a la mujer, como si ambos se fusionaran en uno solo. Lo que no hay duda es que recuerda mucho a la obra de Gustav Kimt.







domingo, 26 de junio de 2016

LOS CAPITELES DEL ROMÁNICO (estilo predominante en Europa durante los siglos XI,XII y parte del XIII)

  La evolución en el tiempo de esta pieza que se interpone entre el fuste y el elemento sustentante facilita, a veces al primer golpe de vista, el reconocimiento de estilos arquitectónicos.
   Personalmente, tengo predilección por los capiteles románicos debido al valor iconográfico que llevan consigo. Junto a las pinturas murales, canecillos, jambas de las puertas, etc constituyeron auténticos libros abiertos para los fieles de una época donde la población era mayoritariamente analfabeta. Aquellas formas esculpidas les mostraban los horrores del infierno, los loores del cielo, pasajes de las Escrituras e incluso, alguna imagen escandalosa para esos tiempos, que el maestro escultor “colaba” entre alguna escena del Evangelio. En este sentido, nos encontramos con representaciones eróticas, como si de una auténtica paradoja se tratara si tenemos en cuenta el moralismo de la época. Este tipo de figuras solían colocarse en el exterior de las iglesias y a veces resultan tan provocadoras como para llegar a representar coitos entre humanos y animales.
   Las formas escultóricas románicas se caracterizan por el antinaturalismo. El objetivo del artista no era la plasmación fiel de la realidad, sino la expresión de un contenido simbólico religioso que sirviera para adoctrinar. Por tanto, no dudaban en alterar proporciones a favor de facilitar el mensaje y en términos arquitectónicos, para poder adaptarse a la “ley del marco”, es decir, al espacio disponible. Estos dos preceptos provocaban formas, a veces casi imposible, pero muy efectistas.

   Estas tres imágenes sólo son una ínfima muestra de toda la riqueza iconográfica que puede ofrecer un humilde elemento arquitectónico como es el capitel. En España tenemos la suerte de contar con un maravilloso patrimonio románico, que se debería cuidar con el mimo que merece una joya de este tipo.
-IGLESIA PARROQUIAL DE SAN JUAN EVANGELISTA. Arroyo de la Encomienda (Valladolid). Siglo XII--- Sirena: símbolo de la lujuria y muy común en la iconografía románica

-MONASTERIO DE SAN JUAN DE LA PEÑA. Huesca. Siglo XII---Entrada triunfal en Jerusalén.


-COLEGIATA DE SAN PEDRO. Cervatos (Cantabria). Siglo XII---Muestra una mujer casada, ya que lleva toca en la cabeza. Desnuda, aparece con las piernas elevadas que sujeta con las manos, para que esta postura permita enseñar su sexo al capitel vecino, donde se representa a un varón, también desnudo y dejando al descubierto un desproporcionado miembro. 
                                  



                    



                                   

sábado, 25 de junio de 2016

IMAN MALEKI . 1976, Teherán (Irán)

  Apasionado de la pintura desde niño, Maleki solo tuvo un primer y único maestro que lo guió en el Arte desde su adolescencia, el gran Morteza Katouzian.
   La pintura Iman es de un increible realismo. Algunos aseguran que “sus dibujos compiten con las mejores cámaras digitales”. Personalmente creo que su hiperrealismo no pretende reflejar imágenes que parezcan instantáneas fotográficas; ya que se puede distinguir perfectamente que nos encontramos ante una obra pictórica, indudablemente muy realista, pero con una suavidad y un alma conseguidas a través del conocimiento y uso de los valores clásicos y tradicionales de la pintura.
   Maleki nos presenta un paisanaje iraní al que no estamos acostumbrados en Occidente por puro desconocimiento de ese país.







viernes, 24 de junio de 2016

APOLO Y DAFNE (1622-1625). BERNINI. Barroco


Apolo, dios de las artes, la luz y la belleza tuvo amores con diversas diosas, mujeres y ninfas. Una de estas últimas fue Dafne, cuyo nombre griego significa laurel. Precisamente en este árbol la convirtió la Madre Tierra cuando la ninfa desesperadamente le rogó ayuda para librarse de su acosador, que la perseguía solicitando favores amorosos. El momento de la transformación aconteció cuando Apolo le dio alcance.

 No son muchas las obras de la Antigüedad que recuerdan el mito de Apolo y Dafne. A lo largo de la Historia del Arte, la representación plástica de este relato ha ido creciendo paulatinamente.
Nos encontramos la persecución representada en pinturas pompeyanas e incluso figuras representativas de la ninfa medio transformada en laurel desde la época de Augusto. Pero la resurrección fulminante del mito vendría con el Gótico, apareciendo ahora Dafne convertida por completo en árbol.
Las representaciones del mito han llegado prácticamente hasta hoy. Sírvase como ejemplo la obra surrealista: “Dafne: la mujer árbol” de Salvador Dalí o la mucho más reciente representación idealizada de la “ninfa de los árboles” de María Carrera.

 El autor de la escultura en mármol que nos ocupa es Gian Lorenzo Bernini, uno de los artistas más destacados del Barroco. Nos presenta esta obra maestra  con rasgos característicos del arte barroco: movimiento, expresividad y exageración un poco teatral de los gestos de los personajes.



jueves, 23 de junio de 2016

HELENA LAM

Artista nacida en Hong Kong, aunque actualmente reside en Canadá. Sus pinturas, llenas de colorido y glamour, están inspiradas en la época del Art Decó. Este estilo nació en Paris en los años 20 e influenció todas las áreas del diseño. Constituía el paradigma de la elegancia, la sofisticación, la funcionalidad y la modernidad del momento. Su proliferación masiva acabó apagando su brillo cuando comenzó a resultar excesivamente repetitivo y se consideró como un estilo meramente decorativo. Pero su estética bella y reconocible es aprovechada por Helena Lam para retratar elegantes mujeres de los años 20 y 30. Son figuras estilizadas, moviéndose con seguridad por un ambiente urbano. La artista considera que sus obras son producto de la fusión del mundo oriental y occidental. Cuesta ver este detalle teniendo en cuenta los escenarios urbanitas que representa, quizás se refiera a esos fondos que recuerdan mucho a Gustav Klimt y por lo tanto, tienen reminiscencias del colorido y las formas del arte bizantino.






miércoles, 22 de junio de 2016

LAS XANAS

  La xana es uno de los personajes más conocidos de la mitología asturiana y leonesa. Serían el equivalente a ninfas, náyades o lamias procedentes de la mitología grecolatina.
Las xanas, en Asturias, suelen habitar en zonas de aguas puras y cristalinas, aunque también pueden encontrarse en lugares boscosos. Normalmente se las describe como mujeres jóvenes, muy bellas y de largos cabellos que peinan, de manera suave y rítmica, con un peine de oro. Con este movimiento hipnotizador y su hermosura  esperan la aparición de un incauto al que hechizan con promesas de tesoros escondidos. Tienen hijos pequeños y peludos, llamados xaninos. Sin embargo, su naturaleza no les permite amamantarlos, por lo que en cuanto tienen ocasión, los cambian por un retoño que haya nacido en alguna aldea cercana. En muchas zonas las xanas están custodiadas por cuélebres (serpiente gigantesca e inmortal muy parecida a un dragón).
Otra tarea habitual de estos seres es la colada. Mientras que esperan a que la ropa seque se dedican a cantar y bailar. A veces, se pueden ver hilando (filando). Sea cual sea su trabajo, los instrumentos que emplean son siempre de oro.
No todas son secuestradoras, ya que bajo el nombre genérico de xanas se agrupan varios tipos de hadas. Una muy común en Asturias es “La Encantada”, que aparece el primer día de verano junto a una fuente u otro lugar especial esperando a que un valiente la desencante mediante una prueba o ritual.
   En “Las brujas y su mundo”, el historiador Julio Caro Baroja relaciona la figura de la xana con la diosa Diana (Artemisa), como variante regional de un mito común en diversas mitologías europeas. Jana era un antiguo nombre con el que se designaba a las hechiceras en la Edad Media.


                                Escultura de una lamia en Mondragón (Guipúzcoa)


Lamia. Jhon William Waterhouse . 1909

domingo, 19 de junio de 2016

MARÍA PACHECO, la leona de Castilla


   María Pacheco forma parte de ese nutrido grupo de mujeres que la nunca bien enseñada Historia de España relegó al olvido. Con mayor o menor detalle, todos tenemos conocimiento de la Rebelión de los Comuneros en Castilla, e incluso podemos recitar de carrerilla el nombre de su lideres; sin embargo la figura de esta gran luchadora pasó durante siglos al ostracismo, hasta que los liberales, en el reinado de Isabel II, rescataron su figura.
   Hija del marqués de Mondéjar y de hija de Juan Pacheco, marqués de Villena, recibió una educación inmejorable. Su padre era un gran admirador de la cultura renacentista e hizo algo inusual en aquella época: educar a sus hijos sin distinción de sexo. Con este bagaje, María se convirtió en una mujer segura y fuerte, capaz de enfrentarse a convencionalismos. Una muestra sería su inicial negativa a contraer matrimonio con el caballero toledano Juan de Padilla, porque era una boda impuesta, el novio era de linaje inferior y simplemente, no le gustaba. Los esponsales acabaron por celebrarse y, como ocurría a veces con las bodas pactadas, llegaron a profesarse un gran amor.
   La llegada de Carlos I a Castilla, procedente de Flandes  para tomar la corona, causó un profundo malestar en la nobleza. Era un rey que ni siquiera hablaba español, venía acompañado de una corte de flamencos que se hicieron con los mejores puestos del reino y solicitaba continuamente fondos castellanos para cumplir su deseo de ser emperador del Sacro Imperio Romano. Vamos que, en principio, le importaban más los Estados Alemanes que las Españas. Con estos mimbres estalla el movimiento comunero en Castilla el 16 de Abril de 1520, adquiriendo tintes de revolución social. Juan de Padilla, que era Capitán de gente de armas en Toledo, es uno de los cabecillas junto a Juan Bravo y Francisco Maldonado. Intentaron que Juana la loca, tomara las riendas de un reino que le correspondía legítimamente. El 23 de abril de 1521, los tres son apresados y decapitados en Villalar.
   María siguió bravamente la labor de su esposo y rodeada de caballeros leales, se hizo fuerte en Toledo antes de rendirse a las fuerzas imperiales, pero no sin antes luchar de una manera épica. La Pacheco consigue huir, disfrazada, a Portugal. Carlos I nunca le otorgaría el perdón. Ni siquiera permitió que sus restos, a su muerte en Oporto en 1531, pudieran reposar junto a los de su esposo en Villalar.

    VICENTE DE BORRÁS Y MOMPÓ, pintor y restaurador español, dedicado principalmente a la pintura de historia, realizó en 1881 "MARÍA PACHECO DESPUÉS DE VILLALAR". El cuadro fue muy elogiado por la crítica y premiado con una medalla en la Exposición de 1981. Recoge el momento en que María es informada de la derrota de las tropas comandadas por su marido. Vestida de negro, se apoya en la mesa con un gesto desesperado, mientras dos damas hacen amago de consolarla y los soldados observan cabizbajos y respetuosos el dolor de la reciente viuda. El dibujo es excelente, los colores están muy bien aplicados y forma unos claroscuros muy efectistas; pero quizás el dramatismo de la escena hubiera necesitado de unos personajes menos estáticos, que le dan una frialdad a un momento que debió ser muy intenso.
El cuadro fue adquirido por el Estado y depositado en la Universidad de Barcelona.

                          

jueves, 16 de junio de 2016

GINETTE BEAULIEU. Amqui, Quebec.1954

  Admiradora y estudiosa de las técnicas de los maestros del Renacimiento, Beaulieu llega a realizar sus propios pigmentos naturales. Le gusta sobre todo pintar al óleo, pero también utiliza, en ocasiones, pastel y carboncillo.
   Su obra está centrada principalmente en la figura femenina, haciendo especial hincapié en unos rostros de facciones finas y de una gran belleza. Son caras muy armónicas, con unos cuellos delicadamente alargados. Aunque hace retratos de cuerpo entero, los de medio cuerpo o solo de busto proliferan mucho más en el montante de su trabajo. La elegancia de estas mujeres queda remarcada, en muchas ocasiones, por unos tocados en la cabeza o por objetos tales como un paragüas abierto, que a veces dulcifican, sostifican o las dotan de una especial ternura. Son aditamentos que les confieren personalidad a unos rostros tan angelicales que corren el peligro de resultarnos todos iguales por la perfección de sus rasgos.








miércoles, 15 de junio de 2016

LUCIFER, el ángel caído. GUILLAUME GEEFS (1805-1883)

  En 1837 el escultor belga Guillaume Geefs recibe el encargo de labrar el púlpito de la Catedral de San Pablo en Lieja, cuyo tema fue el triunfo de la religión sobre el llamado “genio del mal”. Geefs siguió la línea de la escultura pública monumental que él y su familia de escultores levantaron en honor a las personalidades públicas del momento, tan en boga a raíz del espíritu nacionalista que siguió a la independencia de Bélgica en 1830. Las técnicas del realismo se asociaron con la restrictiva disciplina neoclásica, inclinándose también la obra hacia el heroísmo romántico, especialmente en la figura de Lucifer.
   La escultura de Lucifer, sedente y labrada en mármol blanco fue encomendada a Joseph Geefs, hermano de Guillaume, e instalada en la base de las escaleras de la parte posterior del púlpito. Sin embargo, fue criticada desde el primer momento por no representar un ideal cristiano y resultar “demasiado sublime”. La prensa local afirmaba, además, que Lucifer distraía a las chicas jóvenes que acudían al templo. Por ello, el obispo Van Bommel ordena la retirada de la escultura y encarga a Guillaume una obra similar, pero de cariz diabólico.
   Lejos de inspirar repugnancia, la nueva creación sorprendía por su perfecto acabado, su gracia y su actitud elegante e incluso poética. Quitando las alas de murciélago y la serpiente languideciendo en la base rocosa, más parece un Adonis que un Lucifer.
   Este “genio del mal” muestra a los fieles las consecuencias del castigo divino: el rostro abatido, grilletes en el tobillo derecho y la muñeca izquierda y el brazo derecho cubriendo la cabeza para expresar temor hacia Dios. Su anatomía musculosa posee detalles monstruosos como los cuernos que salen del pelo revuelto y las uñas estrechas y alargadas a modo de garras. Pese a las exigencias del clero, Guillaume no renunció del todo a humanizarlo, pues lo recreó como un hombre atractivo, evocando el tema de la belleza del diablo. Además, nada más humano que una lágrima deslizándose por el rostro.



Lucifer. Catedral de Lieja. 165x77x65

martes, 14 de junio de 2016

A LA OCASIÓN LA PINTAN CALVA

La diosa greco-romana Ocasión o Fortuna era representada como una hermosa mujer de larga cabellera por delante, pero calva por detrás. Estaba provista de alas para simbolizar lo rápidamente que las buenas oportunidades pasan ante los hombres. Siempre sobre una rueda en movimiento, la diosa portaba en una mano un afilado cuchillo, símbolo de que el afortunado que ella toque podrá cortar las ataduras que lo tengan amarrado.
Este mito es el origen de expresiones tan populares como “a la ocasión la pintan calva”; o sea que cuando se nos presenta debemos agarrarla de frente, por que si dejamos que pase de largo ya no tendremos guedejas de pelo para asir.

   JOSÉ MANUEL APARICIO PÉREZ. 1974, Granollers (Barcelona), es un pintor autodidacta que trabaja desde el sentimiento, dejándose llevar por lo que su concepción interior sobre la pintura le va marcando.
En  su obra “LA DIOSA OCASIÓN”(óleo sobre lienzo.116x81cm), recrea al mito con sus atributos característicos: media cabellera, rueda, cuchillo, alas (a la espalda, en otras representaciones puede aparecer alada en los talones) y como toque personal añade una flor en la mano que quedaba libre. Es un cuadro dentro de otro cuadro, ya que el tema aparece enmarcado en la pared de una habitación. Dentro de este recinto juega con la perspectiva de una forma muy efectista. Como guiño del artista, representa a su propia figura saliendo de la estancia con un pincel en la mano.






lunes, 13 de junio de 2016

CHRISTIAN SCHLOE

 Este artista austriaco combina pintura, ilustración, fotografía y arte digital de una manera tan armónica que consigue crear mundos mágicos, llenos de belleza y con una fuerte carga simbólica. Esta última característica es la parte más misteriosa de la obra de Schloe, ya que el artista nunca explica el significado de sus trabajos; deja que el espectador realice la interpretación siguiendo su criterio personal.
Los escenarios surrealistas de Christian están construidos con colores suaves. En ellos se entremezclan figuras humanas (mayoritariamente femeninas), flores y un elemento animal muy significativo en ese universo onírico: los pájaros y las mariposas. Al fin y al cabo, son seres que tienen la capacidad de volar y planear sobre un mundo al que los humanos solo tenemos acceso en los sueños. Hasta tal punto quiere el artista remarcar este simbolismo que incluso le añade alas a objetos como barcos.
  Una frase del propio artista resume lo que pretende expresar con su obra: “Todo puede suceder en un mundo que encierra tanta belleza”.








sábado, 11 de junio de 2016

LA ESTRELLA DE BELÉN

  Sobre la estrella de Belén solo encontramos una primera y única referencia en el Evangelio de Mateo: “Los magos le dijeron a Heródes: ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Hemos visto su estrella en el Oriente y venimos a adorarle” (Mateo 2.2). “Después de oír al rey Heródes, ellos partieron. La estrella que habían visto iba delante de ellos, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño” (Mateo 2.9). Para los creyentes supone un fenómeno que realmente fue observado en el cielo, para los escépticos una fábula con la que se adornaron crónicas bíblicas, y para los científicos pudo tratarse de una conjunción planetaria, el cometa Halley o incluso una supernova; aunque estos aclaran que las fechas de estos acontecimientos no coinciden con la que tradicionalmente celebramos como nacimiento de Jesús. Los artistas reflejaron aquella luminiscencia en el cielo de distintas formas. Esto es una  pequeña muestra.

  ADORACIÓN DE LOS REYES (1304) - GIOTTO DI BONDONE. Fresco. Capilla de los Scrovegni (Padua).
El considerado como fundador de la pintura moderna, padre del Renacimiento italiano e inspirador de gran parte de los maestros del Quattrocento, nos presenta el primer registro pictórico en que la estrella aparece con cola. Una muy razonable explicación es que Giotto habría visto el paso del cometa Halley en 1301 y plasmó esa impresión, tres años más tarde, en este fresco. El resto de la obra nos muestra esas innovaciones tan propias del maestro Di Bondone: un desarrollo notable de la perspectiva, representación arquitectónica, rostros expresivos (el mejor ejemplo, es la expresión de esmero en la tarea del siervo que cuida los animales). Y un detalle curioso: el pintor no debió ver jamás unos camellos y los representó como una especie de simpático híbrido de varias especies.

  NATIVIDAD (1410) – FRA ANGÉLICO. Temple sobre tabla. Museo de San Marcos de Florencia.
Esta pintura forma parte de la decoración del relicario conocido como Armario de Plata y posiblemente supone la última obra de Fra Angélico que, por cierto, no tenía la Natividad como uno de sus temas preferidos. Presenta la estrella de Belén bajo la forma de un foco luminoso rodeado de ángeles y con un fulgor semejante al que rodea al Niño Jesús. La tabla es rica en detalles, destacando el tratamiento de los pliegues de las vestimentas para dar a los personajes mayor corporeidad.


   LA ESTRELLA DE BELÉN (1890) – EDWARD BURNE-JONES. Acuarela, óleo, tempera y guache sobre papel añadido a lienzo. Museo y Galería de Arte de Birminghan
Esta obra del Prerrafaelita inglés Burne-Jones es considerada la acuarela más grande del siglo XIX. Con el preciosismo que caracteriza a los prerrafaelitas, el pintor representa la adoración de los Reyes Magos, pero la estrella no aparece en el cielo, sino que es sostenida por las manos de un ángel. Figuras estilizadas en un ambiente de aparente sencillez pero con un halo de exotismo. Los Reyes no van vestidos con especial magnificencia, dejando ver como símbolo de riqueza las joyas que portan como ofrenda al Niño.




viernes, 10 de junio de 2016

GEROLAMO INDUNO (Milán 1825-1890). El soldado-pintor



   Induno atesora en su carrera una importante producción de pinturas de temática histórica; no en vano se le puede considerar el cronista gráfico oficial del Risorgimento (proceso de unificación de Italia comenzado en el siglo XIX) que vivió en primera persona al alistarse en las filas de Garibaldi. Pero también cultivó otro tipo de género mucho más demandado por la clientela de entonces. Son escenas cotidianas, teñidas de cierto pintoresquismo y muy bien realizadas. Personalmente, las que más me gustan son las ambientadas en interiores: gente del pueblo en estancias sencillas, pero llenas de detalles y bañadas por una cálida luz que ilumina a las figuras en sus quehaceres  y deja en penumbra el resto del recinto. El dibujo es  pulcro y los colores utilizados muy vivos, especialmente los de los ropajes, donde un tono intenso sobre otro más suave dan protagonismo a los retratados. Incluso en la obra “La salida de Garibaldi” (1860) representa al héroe italiano despidiéndose de su madre de una forma muy emotiva, como si en los humildes interiores que el artista creaba solo tuviera cabida la parte más humana del soldado.



                                            La salida de Garibaldi