jueves, 18 de agosto de 2016

RICARDO FERNÁNDEZ ORTEGA. Durango, 1971 (México)

  “…La mayoría de las gaviotas no se molestan sino en aprender las normas de vuelo elementales: como ir y volver entre playa y comida. Pero Juan Salvador Gaviota amaba volar…”
        Juan Salvador Gaviota (Richard Bach)

   Ricardo Fernández Ortega es un pintor surrealista que fusiona el estilo clásico con la pintura moderna y logra unas figuras sumergidas en ambientes oníricos. La figura femenina es protagonista de sus obras y en muchas de ellas es representada volando, con todo el ansia que le proporciona sus propios sueños. Sobre fondos oscuros pero suaves emerge una mujer con unos ropajes que oscilan suavemente al son del viento y un rostro que refleja toda la felicidad que experimenta en ese momento.







miércoles, 17 de agosto de 2016

MAGDALENA PENITENTE - DONATELLO. Museo dell’Opera del Duomo (Florencia). Renacimiento italiano.

 Donatello (1386-1466) tenía un conocimiento muy preciso de la estatuaria clásica, pero también la capacidad de dotar a sus figuras de un fundamento que era impensable tan solo 20 años antes de que él comenzara su andadura artística. Era capaz de producir obras que tenían un aspecto plenamente moderno y puede considerarse que preconizó el sufrimiento expuesto en las mejores tallas de barroco hispano e italiano de corte religioso.
   Sabemos que esta Magdalena Penitente comenzó a realizarla en 1453 (por esta época se puso de moda representar a la de Magdala), pero se desconoce a ciencia cierta la fecha de finalización. Por el estilo más avanzado de obras posteriores a ese año, se apunta la posibilidad de que fuera creada después de 1460. Quizás se trate de su última obra, ya que el artista falleció en 1466.
   Se trata de una escultura de bulto redondo, de madera policromada y con una altura de 1’88 m. La figura presenta un canon alargado. Viste con una ajada prenda de piel sobre un cuerpo escuálido, con el rostro demacrado. Este deterioro físico es el típico de los penitentes sometidos a abstinencias y ayunos.
Todo en ella es fragilidad. Acostumbrados a ver a una María Magdalena como una joven doliente por la muerte de Cristo, pero aún así bella, Donatello da un giro en esta imagen y obvia la idealización, centrándose en crear a una mujer, desgarrada por la pena, de una forma dramática y teatral. Su aspecto no es el de una lozana joven, sino el de una anciana de aspecto cadavérico con sus huesudas manos en posición orante. Solo hay un rastro de la antigua belleza, su característica melena. El artista pretende mostrar la viva imagen del arrepentimiento y la penitencia, pero sin renunciar a insinuarnos lo que un día fue esta mujer.
   La composición es simétrica y equilibrada, a excepción de la cabeza que está ladeada y de la pierna derecha que parece avanzar mientras el cuerpo descansa sobre la izquierda.




jueves, 11 de agosto de 2016

PIETRO ANNIGONI (1910-1988)

 Este artista italiano siempre estuvo inspirado por el Renacimiento italiano, en contraste con el modernismo y post-modernismo dominante. Él siempre siguió fiel al realismo hasta su muerte.
Su fama comenzó a extenderse entre la aristocracia italiana y más tarde, entre la británica. Su prestigio llegó a ser tal que consiguió realizar la “proeza” de retratar a su Graciosa Majestad, Isabel II. Aunque es recordado como “pintor de reinas”, siempre afirmó que no tenía predilección por ninguna clase social, porque lo que le interesaba era plasmar el interior de las personas. En su carrera realizó retratos tanto de hombres como de mujeres, pero a mí me gustan especialmente estos últimos. Sus figuras femeninas tienen alma. Son bellas, pero hay algo que traspasa la pintura más allá de la mera representación del aspecto físico: Annioni las retrata interiormente. Ilumina su piel con distintos tonos y las sitúa delante de un fondo intenso, consiguiendo que sean total y absolutamente protagonistas. Jóvenes, maduras, con el rostro terso o con las bolsas que la edad deja bajo los ojos, son mujeres reales de las que capta, con maravillosa intuición, su esencia.






miércoles, 10 de agosto de 2016

PUERTA MÁGICA O PORTA ALCHEMICA. Roma

  Paseando por Roma se pueden encontrar rincones que pasan desapercibidos a la mirada de la gran masa de turistas que, la mayoría de la veces, deben optimizar tanto el viaje para ver “los imprescindibles” quedándose sin tiempo para bucear en rinconcitos como el que comento a continuación.
   En la Piazza Vittorio Emmanuele II aún quedan restos de una villa que había sido construida en el siglo XVII por Massimiliano Palombara, marqués de Pietraporte, gran aficionado al esoterismo y a la alquimia.
En 1870, un plan urbanístico obligó a derrabar las villas que se habían construido en el Esquilino. Sólo se salvó una de las cinco puertas de la mansión del aristócrata citado, gracias a las leyendas creadas en torno a tan enigmático vestigio. Fue recolocada en los jardines de la Piazza de Vittorio.
   Cuentan que Palombara había trabado contacto con un alquimista que aseguraba estar buscando la fórmula para convertir los metales en oro. Le acogió en su casa para que tuviera un techo donde realizar sus investigaciones, pero de la noche a la mañana, el personaje desapareció, dejando un rastro de oro y una serie de apuntes de la fórmula para transformar la materia. El marqués fue incapaz de descifrar aquellos signos, por lo que decidió grabarlos en las paredes y puertas de su palacio, con la esperanza de que alguien pudiera algún día resolver el enigma.
   La puerta tiene una forma rectangular y está rematada en la parte superior por un disco con la estrella de David (aunque este relieve es idéntico al representado en la portada del libro hermético-alquímico “Aureum seculum redivivum” de Henricus Matadamus, publicado en 1621). En los marcos de las puertas se pueden descifrar frases en latín que aluden al proceso alquímico, así como símbolos astrológicos de los planetas y sus metales asociados. Estos estarían tomados de otro libro, “Commentario de Pharmaco Catholico”(1666) de Johannes de Monte Snyder.
   En 1888, durante unas excavaciones arqueológicas en el Quirinal,se encontraron unas estatuas del dios Bees, semidios del antiguo Egipto, de naturaleza demoniaca y cuyo culto tuvo amplia difusión en el mundo romano. Son las que hoy custodian cada lado de la puerta.
   La conclusión es que probablemente Palombara simplemente plasmó su afición a la alquímia en la fachada de su palacio…pero me quedo con la leyenda…¡es tan bonita!.












martes, 9 de agosto de 2016

PHILIPPE AUGÉ. París, 1935

 Estudioso de los maestros renacentistas, la admiración de Augé por ellos se deja sentir en sus composiciones equilibradas y en una armoniosa combinación de colores vivos con tonos más suaves.
La protagonista de sus obras es la figura femenina: mujeres de aspecto muy delicado vestidas con elegantes ropajes. Si solo se quedara en este aspecto, sus trabajos serían estéticamente bellos pero carentes de carácter; sin embargo, el pintor va más allá y dota a sus imágenes de un transfondo onírico gracias a motivos vegetales, frutas, pequeños animales, objetos o el mismo paisaje en el que están sumergidas, que le dan un toque surrealista a su pintura.
   George Braque dijo de él: “Philippe Augé es uno de los pintores más destacados de nuestro tiempo y un colorista de una calidad singular”.