El Carnaval, tal como lo conocemos hoy en día, es una continuidad de las Saturnales, festividades romanas en honor al dios Saturno. Eran días de excesos y desinhibiciones camufladas bajo unas máscaras y atuendos que permitían conservar el anonimato; si bien es cierto que disfrazarse como actividad lúdica se remonta a épocas más remotas: parece ser que los sumerios ya lo hacían hace 5.000 años.
Con el cristianismo, aquellas Saturnales adquieren el nombre de Carnaval, pues era después de estas fechas, en concreto tras el Miércoles de Ceniza, cuando llegaba la Cuaresma y se dejaba de comer carne (antiguamente pocos la podían comer y los que se lo podían permitir, pagaban “la gula" a la Iglesia y se seguían hinchando de colesterol). Eran 40 días de recogimiento, oración y ayuno hasta la llegada del Domingo de Resurrección.
Con el cristianismo, aquellas Saturnales adquieren el nombre de Carnaval, pues era después de estas fechas, en concreto tras el Miércoles de Ceniza, cuando llegaba la Cuaresma y se dejaba de comer carne (antiguamente pocos la podían comer y los que se lo podían permitir, pagaban “la gula" a la Iglesia y se seguían hinchando de colesterol). Eran 40 días de recogimiento, oración y ayuno hasta la llegada del Domingo de Resurrección.
EL CARNAVAL EN ROMA (1635). JAN MIEL. Museo del Prado
El flamenco Jan Miel dedicó varias obras al Carnaval, pero quizás esta sea la más conocida. Situarla en Roma resulta fácil incluso sin conocer el título; no hay más que observar que tres de los personajes, en aparente estado de embriaguez, van vestidos con el uniforme de la Guardia Real del Papa. Otro grupo aparece subido a un carro; alguna de estas figuras mira directamente al espectador, haciéndolo partícipe de la divertida escena. En la derecha de la obra, dos personajes montados en sendos mulos. Su vestimenta los identifica como el Doctor y Polichinela, personajes de la Commedia dell’Arte (tipo de teatro popular nacido en Italia a mediados del siglo XVI). El número de integrantes de una compañía teatral de la época solía oscilar entre 12, 13 o 14. Por lo que no sería extraño que Miel hubiera retratado a una de ellas. La pintura tiene el movimiento propio del Barroco. Todos los personajes parecen haber sido captados en el momento justo de realizar una acción, incluidos los que permanecen en reposo. El colorido es intenso en parte de los atuendos, contrastando con la oscura calle, que a su vez potencia el cielo azul de fondo y las construcciones antiguas en ruinas pintadas en tonos más claros.
El flamenco Jan Miel dedicó varias obras al Carnaval, pero quizás esta sea la más conocida. Situarla en Roma resulta fácil incluso sin conocer el título; no hay más que observar que tres de los personajes, en aparente estado de embriaguez, van vestidos con el uniforme de la Guardia Real del Papa. Otro grupo aparece subido a un carro; alguna de estas figuras mira directamente al espectador, haciéndolo partícipe de la divertida escena. En la derecha de la obra, dos personajes montados en sendos mulos. Su vestimenta los identifica como el Doctor y Polichinela, personajes de la Commedia dell’Arte (tipo de teatro popular nacido en Italia a mediados del siglo XVI). El número de integrantes de una compañía teatral de la época solía oscilar entre 12, 13 o 14. Por lo que no sería extraño que Miel hubiera retratado a una de ellas. La pintura tiene el movimiento propio del Barroco. Todos los personajes parecen haber sido captados en el momento justo de realizar una acción, incluidos los que permanecen en reposo. El colorido es intenso en parte de los atuendos, contrastando con la oscura calle, que a su vez potencia el cielo azul de fondo y las construcciones antiguas en ruinas pintadas en tonos más claros.
CARNAVAL EN VENECIA- MÓNICA MEDINA
Nadie como la propia artista argentina, nacida en 1958, para definir su estilo. Proclama pertenecer al movimiento llamado Esencialismo, fundado en Argentina por Heriberto Zorrilla y Helena Distéfano. El artista esencialista no parte de proyectos previos, sino que desde un caos inicial elige y ordena los elementos (color, textura, luz..) buscando solamente los esenciales para así dar una expresividad más pura a la obra. Al menos esto es lo que he creído entender buscando información sobre este movimiento. Me quedo con otra definición que he encontrado de la pintura de Medina: abstracta expresionista
Esta obra es una explosión de color y alegría, tal y como requiere la temática. Perfiladas bajo los colores de atuendos carnavalescos en forma de manchas de color, se ven las figuras de los personajes. Son líneas muy básicas, ya que no son las personas lo que importa sino el jolgorio y el exceso de la fiesta.
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