Para ser más exactos habría que decir que Marco Ulpio Trajano no solo fue el primer emperador hispano de la Antigua Roma, sino también el primero no nacido en la península itálica (obviando que una casualidad llevó al famoso Claudio a nacer en la Galia). Trajano ve la luz por primera vez en Itálica, al lado de la actual Sevilla, en el seno de una familia acomodada. El padre de Trajano tenía una gran visión política y supo posicionarse al lado del emperador Vespasiano que había disputado el poder con otros tres generales que duraron un suspiro. Este olfato también lo heredó su hijo, ya que realizar una brillante carrera militar como la que hizo durante el gobierno de Domiciano y no caer ante los delirios conspiranoicos y las envidias de este temible emperador, no deja de ser meritorio y dice mucho de su carácter discreto. Tras el asesinato de este, ocupa su puesto el senador Nerva, que nombra a Trajano como sucesor, ateniéndose a su valía militar que serviría para dominar una todopoderosa guardia pretoriana. El anciano Nerva muere pronto y así, asciende el hispano hasta lo más alto. Se dice que Trajano fue el mejor emperador de Roma: mejoró la administración, consiguió conquistar la Dacia (la columna Trajana es un libro en relieve de estas campañas) además de otros éxitos militares, se mantuvo tolerante en todo momento pero sin olvidar la prudencia nunca…y también fue un gran constructor. Esta es una pequeñísima muestra de obras realizadas durante su gobierno, bien por orden directa suya o para homenajearlo.
PUENTE DE ALCÁNTARA (Cáceres): construido a principios del siglo II para salvar el cauce del río Tajo. Una de las obras de ingeniería más importantes de la Hispania romana. El arquitecto fue Cayo Iulio Lacer. El arco del centro recibe el nombre de Arco de Trajano, en honor al emperador.
MERCADO DE TRAJANO (Roma): Principios del siglo II, realizado por el gran arquitecto Apolodoro de Damasco. Paralelo al foro de Trajano y con forma semicircular, era lo que hoy entenderíamos por un gran centro comercial. Tenía seis niveles: los tres inferiores dedicados a tiendas y los superiores albergaban oficinas y una biblioteca. Era una obra totalmente innovadora para la época.
Finalmente, un BUSTO DE TRAJANO que se alberga en la Gliptoteka de Munich. Es uno de los muchos que hay, pero si queremos hacernos idea de cómo eran en realidad los personajes famosos de aquella Roma, nada como los retratos. Estos romanos eran prácticos hasta para pasar a la posteridad. Indudablemente, idealizaban un poco a la hora de esculpir, pero solían ser bastante fidedignos. De hecho, vemos un solo busto de Trajano y ya lo podremos reconocer en cuanto contemplemos otro.
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