David Gray (1971, EEUU) muestra un estilo muy personal donde fusiona lo clásico y lo contemporáneo con la utilización de colores muy cálidos y suaves, aunque a veces introduce otros más intensos en algún detalle de la obra, para dar un toque más vivo y alegre a la escena. Su manera de hacer, delicada y fina en extremo, constituye todo un homenaje a la tradición de los maestros renacentistas o a los claroscuros de los grandes del barroco.
Trabaja en óleo sobre tabla y nunca recarga en exceso las escenas que, de esta manera, aparecen ante nuestros ojos, claras y limpias.
Trabaja en óleo sobre tabla y nunca recarga en exceso las escenas que, de esta manera, aparecen ante nuestros ojos, claras y limpias.
La mayoría de sus retratos poseen el mismo corte, pues se centran principalmente en la cabeza y los hombros.
En sus bodegones integra objetos cotidianos entre una cantidad generosa de espacio negativo. De esta forma, elementos metálicos, de porcelana, etc aparecen en todo su esplendor sin un fondo llamativo que entorpezca su contemplación.
Las obras de David se encuentran en numerosas colecciones privadas de arte de todo el mundo.En sus bodegones integra objetos cotidianos entre una cantidad generosa de espacio negativo. De esta forma, elementos metálicos, de porcelana, etc aparecen en todo su esplendor sin un fondo llamativo que entorpezca su contemplación.
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