miércoles, 13 de abril de 2016

EL BESO MÁS AMARGO

 
   El último beso que vamos a recibir en nuestras vidas es el que nos convierte a todos en iguales. Nadie puede evitarlo, por eso todo el mundo teme este abrazo final. No sabemos lo que hay detrás de ese momento, si es que hay algo. Es extraño pensar que eres una persona que respira, con sentimientos, penas y alegrías, y de repente, llega el Ángel de la Muerte, posa sus labios sobre ti y quizás ya no seas nada.
 
EL BESO DE LA MUERTECementerio de Poble Nou (Barcelona)
   Dentro de las tumbas escultóricas que podemos encontrar en el camposanto de este barrio barcelonés destaca la encargada por la familia LLaudet para la última morada del hijo que murió en plena juventud. Se trata de la representación de un esqueleto alado besando de una forma delicada y suave el rostro de un joven cuyo cuerpo se desploma inerte. El artista encargado de realizar la escultura en 1930 fue Jaume Barba, aunque existen dudas sobre su autoría en el total de la obra, ya que por entonces era un hombre de una edad avanzada. Por eso se baraja la posibilidad de que el autor fuese su yerno Joan Fontbernat e incluso que hubiese tenido como colaborador en alguna parte del grupo escultórico, en concreto en las realistas costillas de la parte posterior, a Artemi Barba.
   Un epitafio con versos de Mossen Cinto Verdaguer completa el conjunto:

   Más su joven corazón no puede más
   en sus venas la sangre se detiene y se hiela
   y el ánimo perdido con la fe se abraza
   sintiéndose caer el beso de la muerte.



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