jueves, 14 de abril de 2016

CASTRO DE FAZOURO, parroquia de Fazouro, Foz (Lugo)

 
   La cultura de las sociedades castreñas del norte de la Península previa a la ocupación romana sigue siendo una gran desconocida. Durante mucho tiempo se tendió a pensar que eran comunidades aisladas, donde su evolución era totalmente intrínseca al no tener relaciones con otros pueblos. Hoy en día sabemos que no fue así, especialmente en las zonas costeras, donde a través del mar se establecieron vínculos  comerciales con otras culturas como por ejemplo, los fenicios. Las excavaciones arqueológicas nos dan alguna pista de lo que fue la vida de estos pueblos llamados celtas; pero resultan en escasas, quedando los trabajos incompletos por falta de financiación. Aún con estas trabas se ha podido constatar que el desarrollo del mundo castreño acaece a lo largo del primer milenio AC, realizándose el proceso de la costa al interior y de sur a norte. El proceso de sedentarización fue marcado por factores climáticos que les llevaron a instalarse en un enclave adecuado para el cultivo agrícola.
   El castro de Fazouro es un asentamiento costero que aprovecha una pequeña península que se adentra en el mar. Esta optimización de la orografía es muy frecuente en la zona costera de Lugo y en la parte occidental de Asturias; aunque esta abundancia no va en consonancia con el escaso número de poblados castreños excavados. Una prueba de esta falta es que de los 7000 metros cuadrados que pudiera tener el poblado solo hay excavadas 7 casas.
  La ocupación continuada posiblemente sea mucho más antigua que la fecha que dan las dataciones de los restos sometidos a estudio. Estos arrojan como resultado que estas construcciones fueron realizadas entre los siglos I y III dc. De hecho, los objetos hallados más significativos pertenecen a este último siglo: una fíbula anular en omega, un alfiler de pelo, una moneda de Antoniano y otra con ceca de Clunia (importante ciudad romana que situaríamos hoy en día al sur de la provincia de Burgos) .
Excepto una edificación de planta ovalada, el resto son de planta cuadrada, con esquinas angulares y redondeadas. En algunas de las casas se conservan bancos de piedra adosadas a los muros, así como los hogares para hacer fuego en el centro de la estancia.
Todos los exteriores aparecen enlosados o con traza de haberlo sido para facilitar el drenaje. El interior de algunas viviendas también estaba pavimentado con grandes lajas de losa.




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