jueves, 19 de mayo de 2016

BRIAN SCOOT


   Artista de origen londinense, se declara autodidacta, aunque asistió a clases nocturnas de pintura; sin embargo, su formación no es lo que se considera habitualmente como estudios reglados. Se puede decir que todo el virtuosismo de su obra proviene de un talento innato. Comenzó trabajando con óleos y acrílicos, pero nunca se sintió cómodo con estos elementos; así que optó por los humildes lápices de colores para crear unas obras de una perfección extraordinaria. Se centra principalmente en los retratos, sacando para el espectador toda el alma de los personajes, valiéndose de capas de color que dan un brillo excepcional a los rostros y consiguen sacar hasta el más mínimo tono de su piel. Los contrastes creados con los juegos de luces y sombras hacen el resto.





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