El estadounidense Seth Haverkamp es un pintor figurativo contemporáneo que ha estado pintando, prácticamente, desde que puede recordar. Especializado en retratos, ha realizado muchos por encargo; aunque cuando puede trabajar libremente suele tomar como modelos a su mujer e hijas.
Sus retratos son toda una melodía de colores empleados con suavidad y delicadeza. En este sentido se deja notar la influencia impresionista sobre su obra, pero Haverkamp va un paso más allá: aporta unas sombras que hacen sus obras más oscuras que las de los impresionistas; aunque, paradójicamente, el retratado no resulta una figura oscura, sino que parece estar iluminado interiormente. Esa luz otorga una gran cantidad de tonalidades a las pieles. Cuando no es suficiente la claridad que recibe la figura, emplea colores intensos en vestimentas o accesorios para que la luz que irradian “rebote” sobre el rostro.
Sus retratos son toda una melodía de colores empleados con suavidad y delicadeza. En este sentido se deja notar la influencia impresionista sobre su obra, pero Haverkamp va un paso más allá: aporta unas sombras que hacen sus obras más oscuras que las de los impresionistas; aunque, paradójicamente, el retratado no resulta una figura oscura, sino que parece estar iluminado interiormente. Esa luz otorga una gran cantidad de tonalidades a las pieles. Cuando no es suficiente la claridad que recibe la figura, emplea colores intensos en vestimentas o accesorios para que la luz que irradian “rebote” sobre el rostro.
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