sábado, 24 de septiembre de 2016

EL MITO DE ARIADNA

   Ariadna era hija del rey Minos y Pasifae de Creta. Su padre tenía encerrado en un laberinto a un ser mitad hombre-mitad toro, al cual había que alimentar con atenienses cada nueve años.
La tercera vez que los atenienses debían pagar su tributo, Teseo -hijo de Egeo, rey de Atenas- se ofreció a matar al terrible minotauro. Pero ¿cómo conseguir salir del laberinto una vez que cumpliera su propósito?. Ariadna, enamorada de Teseo, se ofreció a ayudarlo con la condición de que este se casara con ella y la llevara lejos de su severo padre. El joven aceptó y la hija de Minos le contó la idea que había tenido: le regaló un ovillo de lana para que, una vez en el laberinto, fuera desenrollándolo y sirviéndole de guía para indicarle el camino de regreso.
Cuando Minos supo que Teseo había matado al minotauro montó en cólera. El ateniense apresuró su huida con la hija del rey de Creta para evitar las represalias. Sin embargo, Ariadna nunca llegó a ver la tierra de su amado, Atenas; pues durante una escala en la isla de Naxos la abandonó cuando la muchacha se quedó dormida en la orilla del mar.
   Las versiones de esta traición varían mucho y se han montado un sin número de hipótesis. Se ha dicho que Teseo dejó a Ariadna en la playa porque estaba enamorado de otra mujer; también que fue por orden de los dioses; o que mientras ella se encontraba en la playa recuperándose del mareo producido por el viaje, él regresó al barco y este zarpó impulsado por un misterioso viento...
   Sea como sea, Ariadna no se amilanó. Olvidó sus penas con el dios Dionisio que se había enamorado perdidamente de ella. Contrajeron matrimonio y se la llevó al Olimpo. Como regalo de bodas le dio la novia una diadema de oro hecha por Hefesto y que luego se convirtió en constelación.
Sus hijos con Dionisio fueron Toante, Estásfilo, Enopión y Pepareto.
La muerte de la heroína también es objeto de diferentes versiones. Hay quien dice que Artemisa le dio muerte cumpliendo órdenes de Dionisio y quienes opinan que murió en la isla de Naxos, donde Teseo la abandonó cuando ella dio a luz un hijo suyo.

EL CUADRO:

ARIADNA (1898) - JHON WILLIAM WATERHOUSE. Romanticismo Prerrafaelita, Simbolismo.
oleo sobre lienzo de lino, 91x151 cm. Colección privada

   El pintor romántico Waterhouse nos muestra a una lánguida Ariadna rodeada de leopardos (quizás en referencia a los que más tarde se encontrará en el sequito de Dionisio) en el palacio de Cnosos, al que acaba de llegar Teseo en el navío que vemos al fondo. La pintura está realizada en el habitual estilo suave, misterioso e imbuido de romanticismo que cultivó este artista británico.




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