martes, 5 de julio de 2016

ERMITA DE SANTA MARÍA en QUINTANILLA DE LAS VIÑAS (Burgos). S.VII-VIII. Arte visigodo

 Los visigodos fueron una de las ramas, perteneciente a los pueblos germánicos orientales, en que se dividieron los godos.
   Aprovechado que el Imperio Romano estaba en total decadencia y dividido en dos mitades, fueron introduciéndose en él hasta el punto que lograron asentarse en el sur de Francia y fundar un Estado en Tolosa (actual Toulousse) en el 418. Enseguida crearon asentamientos estables en Hispania.
Derrotados por los francos en la batalla de Vouillé, entraron masivamente en Hispania, trasladando su capital, primero a Barcelona y el 551, a Toledo. Habían estado en contacto un siglo con la cultura romana, por lo que asimilaron muchas de sus costumbres, pero permitiendo que convivieran con tradiciones propias.
   Mitificados en la Reconquista, la realidad es que sus dominios solo alcanzaban hasta donde les permitían sus ejércitos. No reinaron sobre toda la Hispania romana, sino solo en parte de ella. Su poca integración con la población autóctona pudo haber sido una de las causas de la facilidad con la que los árabes penetraron en la península Ibérica.
   Arquitectura y escultura visigoda están estrechamente ligadas. La pequeña ermita de Santa María en Quintanilla de las Viñas es uno de los mejores y escasos ejemplos de construcción visigoda que se conservan en España y destaca, sobre todo, por el maravilloso programa iconográfico que alberga.
   Construida entre finales del siglo VII y principios del siglo VIII, solo conserva la capilla mayor, que forma un ábside rectangular y el transepto.
   Parece ser que edificada como iglesia conventual femenina (en distintos lugares aparecen alusiones a Dña. Flamona, posiblemente, la fundadora).


   Los magníficos bajorrelieves están tallados a bisel (cortes oblicuos para vaciar la superficie del dibujo dejando aristas vivas). Esta es una pequeña muestra:
1- Arco toral decorado con aves, racimos y otros motivos vegetales. Posiblemente es el más perfecto de toda la arquitectura prerrománica en la Península. Su perfil es de herradura al modo visigodo (menos cerrado que el musulmán).

2- Representación del sol en un capitel (en otro se muestra la luna). El sol se presenta como una figura humana inserta en un clípeo, sostenido por ángeles. Quizás simbolizan a Cristo y su Iglesia o aluden a la iconografía clásica “per seculam seculorum” (por los siglos de los siglos). Algunos han interpretado estas imágenes como propias de otras creencias del Cristianismo primitivo, como el Arrianismo, el Gnosticismo o el Maniqueísmo.

3- Figura con limbo y cruz flanqueada por dos ángeles. Podría representar a Cristo, ya que hay otra que representa a una mujer, quizás la Virgen.



  Fuentes: Historia del Arte en la Antigua Edad Media (libro de texto de la Uned); Muy historia (la España de los visigodos).

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