sábado, 19 de noviembre de 2016

ANNNA BERZOVSKAYA. 1986, Yakhorma, zona de Moscú





     Berzovskaya es una de las más prometedoras artistas de Rusia. Como gran lectora de cuentos de hadas cuando era niña, refleja en su obra escenarios oníricos y evocadores de un pasado poblado de damas, caballeros, príncipes y princesas. Pero no toma solo su propia experiencia vital como inspiración, sino que utiliza también la cultura y la literatura rusa. De esta manera consigue unas pinturas llenas de simbolismo. Uno de los muchos ejemplos de esta afirmación es el uso recurrente de plasmar alfileres en sus pinturas, remontándose a la vieja superstición rusa que proclama que la utilización de viejos pasadores de seguridad evitará el mal.
   La propia Anna se refiere a su obra como “realismo poético”; no en vano consigue crear universos hermosos, pacíficos y llenos de serenidad y armonía.






domingo, 13 de noviembre de 2016

CHILDE HASSAM (1859-1935). Boston (EEUU). Impresionismo

Frederick Childe Hassam es el impresionista americano más cercano a Monet por su riqueza de colorido y por la importancia que concede al estudio de la luz del sol, aunque en cierto momento, el grueso empaste de su pincelada le asemeja más a Bonnard o Vuillard. En 1886 viajó a París para estudiar arte en la Académie Julian. Regresó a Estados Unidos en 1889, residiendo en Nueva York.
  Formó parte del grupo de Los Diez (Ten American Painters), una asociación de pintores norteamericanos impresionistas. En su regreso a Nueva York, Hassam pintó edificios de la ciudad en un estilo impresionista francés. Quizás en su pintura, como en el arte de los Diez en general, haya una excesiva preocupación por lograr la belleza. Sus perspectivas y encuadres son más evidentes, tanto en los paisajes, como en las representaciones de la ciudad, que las de los Impresionistas, a los que temáticamente se encuentran muy cercanos.
                                Bowl of Goldfish (1912)


                 July Nigth (1898)


    Laurel on the ledges (1912)

   Entre sus obras más conocidas está la Flag series, treinta cuadros que comenzó a pintar en 1916 cuando se inspiró en el desfile de los voluntarios para la preparación de los Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial en la Quinta Avenida. Fue realizada al final de su vida. La más famosa pintura de la serie, The Avenue in the Rain (1917) representando banderas de Estados Unidos y sus reflejos en la lluvia es parte de la colección de la Casa Blanca y Barack Obama la situó en la Oficina Oval al comienzo de su presidencia.

domingo, 6 de noviembre de 2016

JOHN SINGER SARGENT (Florencia,1856-Londres,1925). Realismo

   Pintor estadounidense, aunque nacido en Florencia, ya que su adinerada familia vivía por aquel entonces en Europa. Se formó durante un corto espacio de tiempo en la Academia de Bellas Artes de Florencia y después, durante unos años, en París. Admirador acérrimo de Velázquez, permaneció durante un mes en Madrid dedicado exclusivamente al estudio de sus obras, de las que realizó 10 copias en el Prado. Frans Hals, maestro del retrato perteneciente a la escuela barroca holandesa, sería otra de sus fuentes de inspiración.
   La obra de Singer Sargent se centra principalmente en los retratos de la alta sociedad internacional de fin del siglo XIX, que llevaba una especie de nomadismo que les hacía viajar incansablemente por lugares como Venecia, París o Londres; por eso su trabajo se documenta en diversas partes del mundo.
   Poseía una evidente habilidad técnica, tanto con el pincel como con el dibujo, que causó una admiración que no tardaría en tornarse en crítica de ciertos sectores, que le acusaban de superficialidad. En concreto, fueron bastante duros con él un grupo de pintores de Filadelfia (los Ocho) que sentían desprecio por la teoría del “arte por el arte” y renegaban de la labor de Sargent con argumentos tales como que “acabaría convirtiéndolo todo en satén”. Pissarro fue un poco más benévolo, pero aún así, lo tildó de ser simplemente un “buen intérprete”. Quizás no le perdonaban su interpretación personal del Realismo, con brillantes reminiscencias de grandes maestros como Velázquez o Van Eyck
   Es cierto que sus retratos se enmarcan dentro de un estilo clasicista, pero también fue un paisajista e impresionista ocasional, librándose en sus últimos años de las tiranías formales del retrato y dedicándose a la pintura mural y al aire libre.
                                “A street in Venice”. Óleo sobre lienzo. 45’72x61cm. Realizado en una de sus visitas a Venecia


           “Carnation, Lily, Lily, Rose” (1885/6). Óleos sobre lienzo. 174x153’7cm. La inspiración para este cuadro la encontró al ver linternas chinas colgadas entre árboles y lirios alrededor. 


  “Cashmere” (1908) Óleo sobre lienzo. 71’1x109cm. La modelo utilizada era la sobrina del pintor, Reim Ormond, que aparece en diversas poses, ataviada con un exótico chal de cachemira.

viernes, 4 de noviembre de 2016

PAREJA A CABALLO (1906). WASSILY KANDINSKY. Puntillismo/Divisionismo. Óleo sobre lienzo 56 x 50’0 cm

Kandinsky nació en Moscú en 1866 y murió en Neully-sur-Seine en 1944. Precursor de la abstracción en la pintura y teórico del arte, se considera que con él comienza la abstracción lírica (tendencia de la pintura abstracta donde el pintor rechaza pintar la realidad de forma objetiva. Predomina el color sobre la forma)
   Su interés por el color está presente desde el comienzo de su carrera y se puede apreciar en sus primeras pinturas la influencia del postimpresionismo, el fauvismo (movimiento pictórico de principios del s XX caracterizado por el empleo provocativo del color) y el JUGENDSTIL alemán (“estilo joven”, que designa la variante del Art Nouveau que surgió en Alemania durante la última década del siglo XIX). Kandinsky fue descubriendo, poco a poco, que la representación de los objetos era secundaria e incluso perjudicial, así que se centró en la riqueza cromática y la representación formal.

   “Pareja a caballo” está basado en un cuento ruso. Representa a un hombre y una mujer en actitud tierna a lomos de un caballo. Al fondo y al otro lado del río, una ciudad rusa de edificios luminosos.
Este trabajo demuestra la influencia del puntillismo (estilo de pintura que consiste en hacer dibujos mediante puntos. La división de los tonos, mirados a cierta distancia, crean en la retina las combinaciones deseadas).

domingo, 30 de octubre de 2016

JOAQUÍN SOROLLA. Valencia, 1863- Cercedilla (Madrid), 1923

  El gran Sorolla comenzó su andadura artística formándose en Valencia, su ciudad natal. Algunos viajes a Madrid le permitieron empaparse con las obras del Museo del Prado, principalmente con trabajos de Velázquez, Ribera y El Greco, de los que realizó copias. Consigue una beca para estudiar en la Academia de Bellas Artes en Roma. Allí permanece durante cinco años y realiza principalmente trabajos de temática histórica que, aunque están realizados con pericia, no sobresalen de manera especial.
   Sería su viaje a París en 1894 y su contacto con los impresionistas lo que diera como resultado la inconfundible marca de Sorolla. Comienza a pintar al aire libre y a captar la luz y el color mediterráneos. El maravilloso uso que hace de los blancos le da a su obra una luminosidad inigualable. Cualquier espectador que pueda contemplar en vivo una de estas pinturas tiene la sensación de que le envuelve un universo de luz cálida. El paisaje costero levantino es su preferido, siempre con figuras humanas en los escenarios. Estas imágenes cotidianas no resultan en absoluto anodinas por su normalidad, ya que el uso que hace Sorolla de la iluminación y los colores las convierte en un espacio de enorme vitalidad.
                               Cosiendo la vela (1896)


Paseos a la orilla del mar (1909)


    Dentro de la extensa carrera artística del pintor también se encuentran numerosos retratos de personalidades españolas y obras de evidente denuncia social.
                                Retrato de Benito Pérez Galdós (1894)


                                Y aún dicen que el pescado es caro (1894)

martes, 25 de octubre de 2016

GUILLERMO MUÑOZ VERA. Concepción (Chile). 1966


Aunque chileno, Muñoz Vera lleva más de treinta años afincado en España; por lo que es perceptivo decir que este artista es uno de los máximos exponentes del Realismo español. Su interpretación de la realidad es tan fiel que algunas de sus pinturas pueden calificarse de hiperrealistas. No en vano suele utilizar la fotografía como apoyo documental.
Tiene preferencia por el paisaje, naturalezas muertas y retratos. Sea cual sea la temática, el resultado de todos los trabajos ofrece una visión nítida, con unas luces tan perfectamente utilizadas que en un primer golpe de vista, el espectador se plantea la duda de si está contemplando una pintura o una fotografía.
   Guillermo Muñoz Vera es fundador de la Escuela de Chinchon, ejerciendo de mecenas y maestro de jóvenes artistas, principalmente latinoamericanos, que llegan becados a trabajar y conocer las corrientes europeas.




lunes, 24 de octubre de 2016

SEPULTURA DE JULIO VERNE, hasta el infinito y más allá

 Julio Verne nace el 3 de Febrero de 1828 en la localidad francesa de Nantes y en el seno de una familia burguesa. Tuvo una juventud difícil por culpa de un padre intransigente que coartó su gran sueño de ser marino para que heredara su despacho de abogados, pero que no logró matar una imaginación desbordante que  el joven volcó, durante toda su vida, en auténticas joyas literarias. El público juvenil quizás sea el que más las ha disfrutado, pero sus libros no iban específicamente dirigidos hacia él, sino para lectores adultos.
   Aunque aún hoy se sigue hablando con pasión de su condición de “Iluminado”, Verne negó en vida poseer ningunas dotes proféticas. Según sus propias palabras “Todo es simple coincidencia. Yo no he inventado nada”. Lo cierto es que sus obras eran de una erudición muy notable y por tanto, estaban basadas en un estudio exhaustivo de la época que le tocó vivir y de los inventos que aparecían en aquel tiempo y en el pasado. Si se obvia esto, no es extraño que se le conceda la consideración de “Iniciado” cuando en el siglo XIX adelantó, en sus relatos, viajes a la luna, navegación subpolar, auge de los Estados Unidos, nazismo, etc. Mientras no se demuestre lo contrario, yo me quedo con su palabra.

   Verne muere en Amiens, al norte de París, el 24 de marzo de 1905. La escultura que cubre su sepultura fue instalada dos años después. El autor era el escultor y amigo íntimo del escritor, ALBERT DOMINIQUE ROZE (1861-1952). Nacido en Amiens, dejó un número considerable de obras en los espacios públicos de su ciudad natal,
   Se trata de una tumba de piedra y mármol, a la que se le dio el nombre de “Hacia la inmortalidad y la eterna juventud”; aunque esta frase no figura en el sepulcro, queda completamente explícita nada más contemplarlo. Un Verne fuerte y lleno de vida emerge de la tumba, con el brazo elevado hacia el cielo, el sudario desprendiéndose de su cuerpo y empujando la lápida pentagonal que lo tenía prisionero en la tierra con la fuerza de su renacimiento. Al lado de su nombre, una palmera, símbolo de la inmortalidad.
   Esta bellísima tumba sufrió años y años de abandono, hasta que las autoridades de Amiens deciden restaurarla en 2012, quedando inaugurada su remodelación en febrero de 2014.